Con este guiso, quedarás bien con todos. A quien no le gusta un buen plato de cuchara si además incorpora algo tan rico como chicha y patatas fritas.
En este guiso, se aprovechan las partes más económicas de la ternera, menos tiernas y que por tanto necesitan más tiempo de cocción.
Ingredientes:
- 3/4 kilogramos de Morcillo
- Aceite de oliva
- Harina
- 1 cebolla
- 2 zanahorias
- Vino
- 1/2 litro de agua
- 200 grs de guisantes en lata
- 2 patatas para freir.
Preparación
Pedimos al carnicero que nos trocee el morcillo. A mí personalmente me gusta que los pedacitos de carne sean de bocado, así que muchas veces los corto yo más en casa.
Picamos la cebolla y la zanahoria y doramos a fuego lento en una cazuela donde vamos a elaborar el guiso.
Mientras se va haciendo, cogemos la carne de morcillo, la salamos y la enharinamos. Ponemos una sartén con aceite, y pasamos los trozos de carne enharinados unos instantes para freirlos, pero que por dentro queden sin hacer. Y reservamos dejando escurrir el aceite sobrante.
Cuando la verdura esté bien pochada. Le echamos una cucharadita de harina y removemos bien, incorporamos la carne y un chorrito de vino (mejor tinto que blanco) y dejamos que haga un chup chup para evaporar bien el alcohol.
Cubrimos con agua hasta dos dedos por encima y ponemos a cocer a fuego lento durante 3/4 hora.
Más tarde cogemos los guisantes y los añadimos al guiso durante 10 minutos más.
Por otro lado, cogemos las dos patatas de freir (patata agria), la cortamos en dados pequeños y la freímos en abundante aceite. Retiramos y escurrimos.
Por último servimos en la mesa el estofado, al que incorporaremos las patatas, que habrán quedado doradas y crujientes.
TRUCO: Para que la ternera quede bien tierna, puedes incorporar el corazón de una piña. La piña libera una sustancia que ayuda a reblandecer la carnes y sus tendones.